La gran porosidad del carbón activo, le confiere un gran poder de absorción.
Añadido a la tierra, sirve para eliminar y fijar materias orgánicas imposibles de eliminar en un sustrato “clásico”.
La estructura del carbón activo es cercana a la del grafito. Se presenta bajo la forma de un apilamiento de capas planas de átomos de carbono ordenados en hexágonos regulares.
Su estructura le permite la fijación de los solutos indeseables. Las bacterias que por su talla no pueden penetrar dentro del carbón, se desarrollan en su superficie y forman lo que se llama una “biopelicula”. La eliminación de los micros-contaminantes orgánicos es la parte más interesante del empleo del carbón activo.
El uso del carbón activo para mejorar los sustratos esta menos difundido que del carbón vegetal, pero el carbón activo es mucho más eficaz.
Les aconsejamos el uso de este producto para impedir la podredumbre de las raices de sus bonsais.
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